Podrías ser como el mar, y regresar siempre a mis
Que bajases la marea y te llevases mis cosquillas.
Qué egoísta me sabe pedirte que te quedes, que me acompañes en las pautas de mis pentagramas y en las noches sin descanso cuando voy a la deriva. Y que naufragues los tres horizontes que nos separan.
Quién fuese gaviota para volver a tus andadas y picotear esos recuerdos que me tienen estancada. Que me tienes en noverme, que me turbias las veces que te sueño en mis brazos y me despierto y te busco pero nunca te hallo.
Y es que tú tan en mis pupilas de entrada y yo tan en tus pupilas de salida. Que yo quiero más sofás y menos sopas frías, y quiero menos cuentos y quiero más caricias.
Que no quiero echarte de menos, sino verte todos los días.
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