sábado, 19 de octubre de 2013

.

¿Qué te aporta?
Hombre, cuando estamos bien.. 
No, qué te aporta a secas. Sin condiciones. Qué te aporta en general.

No supe qué contestar. Y entonces lo entendí todo.


Entendí que a veces hay que abrir los sentidos y cerrar el corazón. Dejar que la razón hable. Abrir los oídos y cerrar las ganas. Porque no siempre lo que nos apetece es lo mejor, ni lo que nos dicen la única opción, ni mucho menos lo que hagamos será lo correcto.

A veces, no todo tiene que estar etiquetado. A veces, pensamos algo y hacemos todo lo contrario. O decimos algo y actuamos totalmente del revés. Como cuando dices que me quieres pero luego me haces daño. Pero, ¿sabes? Te entiendo. A mí también me pasa.

A mí me pasa que sé que no debo, pero te acabo buscando. Supongo que es la atracción por lo prohibido, o por demostrarme a mí misma que ya no suspiro cuando veo tu foto, yo-qué-sé. Pero si la intención es lo que cuenta.. ni a esas me apunto un tanto.

Y es que hay cafés tan amargos que nunca llegan —ni llenanal estómago, y camas que nunca se vuelven a hacer. Hay libros que sólo tienen una página y aún así, nunca se terminan. Pero también hay futuros que obvian su pasado, y lo que no saben es que sin él, no serían nada.

No sé realmente a qué quiero llegar con todo esto. Sería genial que lo que aprendiésemos fuese instantáneo y no necesitásemos un tiempo o una re-caída para ponerlo en práctica. Qué pena, ¿no? Tener que caer y re-caer y no aprender. Luego dicen que el ser humano es listo. (Se oyen risas en mi cabeza).

Voy a ordenar mi cuarto y mis ideas, y tal vez juegue al escondite contigo, lo que no sé es si buscarte o dejarte escondido de por vida.. Todo hay que decirlo, eres terriblemente malo jugando, no estoy segura de si porque no sabes o porque siempre quieres que te encuentre. Aunque bueno, aún puedo contar hasta 100 antes de volver a vérmelas contigo..