martes, 22 de enero de 2013

hacer que os preguntéis.


Y al fin y al cabo, ¿qué es un día? ¿Un número? ¿Un aprobado? ¿Una duda? ¿Un recuerdo? ¿Una ilusión? ¿24 horas? ¿El futuro? ¿Tan sólo tres letras?

Con la de cosas que puede ser un día, la de sitios en los que puedes estar, la de tiempo que puedes perder sin hacer nada de provecho...



Los días son plastilina. Se retuercen, se estiran, se pierden. Pueden ser de un solo color, ¡o puedes teñirlos de mil distintos! Lo curioso es que se mezclan dando lugar a un cóctel de sensaciones (al que personalmente lo representaría con algo parecido a la función coseno*).
Hay días más largos, otros más estrechos; están los tristes y los menos lluviosos. Parece como si los hubieran inventado para cualquier estado de ánimo, o para que cualquier estado de ánimo los invente.

Los días son pequeños libros que leer, excelentes conciertos a los que asistir, grandes personas por conocer... Son aventuras, aprendizaje, experiencia. Son esos ‘no lo volveré a hacer’ y  esos  ‘el año que viene repetimos’. Son cada decisión que tomas. Son ese barquito velero sin rumbo del que te nombran capitán, para que los guíes. Están en ese viento que mece las olas, y que tú decides controlar. 

Son una obra de cerámica a la que unas manos dan forma. Tus manos. Son tú.

domingo, 20 de enero de 2013

ser suave, y libre.

Al final todo se mezcla en el tiempo como las lágrimas en la lluvia. Al final todo se va con el tiempo como las lágrimas en la lluvia. Al final todo se diluye en el tiempo como las lágrimas en la lluvia. Soy libre, soy libre, soy libre.



Los suaves.
Bonus track revertida del álbum Maldita sea mi suerte

miércoles, 16 de enero de 2013

pedírtelo.


Ven.

contaros..

Decidida, preguntó:

¿Por qué eres así?
¿Que por qué soy así? ¿Así cómo?
Tan ..tú.
Pensaba que te gustaba cómo era.
¡¡Y me gusta!! Lo que no me gusta de tí son los pocos besos que me das.
No te engañes. ¿Acaso los valorarías tanto si no parase de dártelos?
... ¿Ves? ¡¡A esto me refería!! Eres tan arrogante, y tan distante cuando quieres..
Me gusta ser distante.
Y cortante.
Y no me gustan los besos, recuérdalo.

Y apartó su mirada de ella, dando a entender que la conversación había acabado.

A tí lo que no te gusta es tener que elegir algo que no has hecho en tu vida.
¿Qué?
Lo que oyes, y me voy. ¿Esta vez me vas a dar un beso, o no toca?
No toca, porque no te vas. — Tiró de su brazo.  ¿A qué viene eso de tener que elegir?
Lo sabes perfectamente. Siempre me entiendes cuando hablo. Hizo una breve pausa No quieres elegir porque tienes miedo a equivocarte.
¿De qué estás hablando? Yo no tengo que elegir nada.
¿Entonces tengo que ser yo?
No. Nadie tiene que elegir nada. Elegir siempre implica perder. 
Qué ingenuo. ¡Sólo pierden aquellos que no saben elegir! ¿Es que no te das cuenta? Claro, que tú nunca has escogido nada porque no sabes lo que quieres. Te agobian las opciones, las preguntas, .. y ...te acobardan las respuestas.
Hablas sin saber. 

Esas tres últimas palabras fueron suficientes para callarla. Sin embargo, no quería que se fuera. Tras un silencio incómodo, añadió:

Mira, podríamos estar discutiendo lo que resta de noche, pero tú te quedarías sin beso y yo sin excusa para dártelo.