Exactamente
no sé cómo he llegado aquí. Iba a darme un baño con sales y tumbarme y
relajarme a pensar.. pero creo que he acabado pensando antes de tiempo.
Tendrás
millones de dudas respecto a mí, miles de insultos, decenas de preguntas y
ninguna respuesta. Supongo que debo contestar.. aunque fuiste tú quien me pidió
que no lo hiciese, y es más, me dejaste bien claro que no querías volver a
saber nada de mí, que te dejase en paz y que no intentase contactar contigo. De
hecho, creo que si te hubiese llamado ni me lo habrías cogido, ni contestado a
un mensaje, y como me has borrado de Facebook y Tuenti, pensé que era otra
manera de dejarme claro que no querrías mantener contacto conmigo. Pero creo
que si te conozco lo suficiente, te estarás remordiendo por dentro, dudando de
todo lo que fuimos.. y criticando que si tanto te amaba por qué no doy señales
de vida.
Pues
bien, me muero de ganas por saber cómo estás, aunque creo que te conozco tan
bien que me parece una pregunta de lo más patética. Creo saber perfectamente
cómo te sientes..
Sabes
que siempre he sido como el diamante, que es duro pero frágil a la vez. No me
gusta que me vean débil, ni tú, ni nadie. Ni me gusta serlo. Digamos que era yo
la “fuerte” de la relación, y sabes que esto no es nuevo. Siempre contesto que
estoy bien, aunque me esté muriendo por dentro. Huyo de las preguntas, y
sospecho las respuestas; para mí lo más creíble son los hechos.
Al
igual que yo soy independiente y de pocas palabras, me atreveré a decir, que tú
necesitas palabras para creer.
Cuando
te fuiste sentí tantas cosas.. Un remix de sentimientos: dolor, enfado,
angustia, asfixia, pena, agonía, desgarre… Noté cómo se me caía el alma al
suelo. Noté cómo ese corazón en el que plantaste una semillita, que se
convirtió en ese árbol que creció, arracaba con sus raíces cachitos de él con
cada “te odio”, y más que las palabras.. por cómo me mirabas... Los ojos más
sinceros esbozaban un odio y un dolor enorme. Es algo que nunca me perdonarás.
No pretendo
excusarme ni mucho menos, no me arrepiento de los hechos, aunque creo que un
poco sí de cómo ocurrieron, que no es lo mismo.
Sé que
con lo último que ha pasado, y que como no doy señales de vida, piensas que
paso de ti y que todo fue una farsa, pero que quieres que te diga, para mí fue
todo más que real, fue un sueño.. En el que yo era la princesita y tú el
príncipe azul. Supongo que fue un cuento con triste final. Me pediste un tiempo
sin saber nada de mí, y te lo estoy concediendo. No me olvido de ti, y creo que
nunca lo haré. Has sido y eres una persona importantísima en mi vida, pero creo
que si las cosas no van en una relación, por mucho que las dos personas se
quieran, si no van no van.
Y por cierto, piénsalo si te da la gana, pero a mí no me llames mentirosa, porque creo que una cosa si que he sido, y es sincera. Me parece injusto que lo hagas, aunque como todos, eres libre de decir lo que piensas. Desde luego, al final llevo razón, nunca me llegaste a creer cada vez que te decía que te amaba. Qué irónico, luego soy yo la que no te supo valorar y echó todo por tierra.
En fin, acabo de leer tu blog, y se me han quitado las ganas de publicar. ¿Cómo puedes odiar a alguien a quien has amado? ¿Luego soy yo la fría? En fin, supongo que será lo mejor para los dos, que me odies.
Por último, quería que supieses que te deseo lo mejor, que eres una gran persona con un corazón muy fuerte, agradecerte todo este tiempo, todo lo bueno que me has aportado y todos esos momentos especiales. Te prometo que no los olvidaré, aunque de que sirve si ya no escuchas.. Quizá sea lo mejor.
Un placer haberte conocido, y haber compartido contigo un tiempo de mi vida y un poquito de mí. Espero que algún día lo recuerdes todo con una sonrisa, que sabes que es preciosa.