martes, 27 de noviembre de 2012

..dejar de jugar.

Pongamos las cartas sobre la mesa. Dejemos de jugar.

Mi rey de corazones se mofa de mí con su peculiar sonrisa de joker.
Como te llevas las diez del montes y has cantado las cuarenta en voz baja, tus bastos golpes me devastan.
Ganar, me cuesta en cada mano un par de copas y unos tantos oros; dejando esa escalera de contradicciones que nos separa. Que describe mi cara de póquer.
Porque no entiendo cómo se clavan tus picas en mi as de corazones; ni cómo mi tute de sentimientos me deja desnuda ante tí, cual sota.

Y me podría tirar las horas muertas jugando contigo, disfrutando de la partida, pero todo acaba cuando las escenas de rombos cabalgan por mis espal.. espadas. Por éso abandono, por éso me ganas; que no juego si la pareja no gana.


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