miércoles, 16 de enero de 2013

contaros..

Decidida, preguntó:

¿Por qué eres así?
¿Que por qué soy así? ¿Así cómo?
Tan ..tú.
Pensaba que te gustaba cómo era.
¡¡Y me gusta!! Lo que no me gusta de tí son los pocos besos que me das.
No te engañes. ¿Acaso los valorarías tanto si no parase de dártelos?
... ¿Ves? ¡¡A esto me refería!! Eres tan arrogante, y tan distante cuando quieres..
Me gusta ser distante.
Y cortante.
Y no me gustan los besos, recuérdalo.

Y apartó su mirada de ella, dando a entender que la conversación había acabado.

A tí lo que no te gusta es tener que elegir algo que no has hecho en tu vida.
¿Qué?
Lo que oyes, y me voy. ¿Esta vez me vas a dar un beso, o no toca?
No toca, porque no te vas. — Tiró de su brazo.  ¿A qué viene eso de tener que elegir?
Lo sabes perfectamente. Siempre me entiendes cuando hablo. Hizo una breve pausa No quieres elegir porque tienes miedo a equivocarte.
¿De qué estás hablando? Yo no tengo que elegir nada.
¿Entonces tengo que ser yo?
No. Nadie tiene que elegir nada. Elegir siempre implica perder. 
Qué ingenuo. ¡Sólo pierden aquellos que no saben elegir! ¿Es que no te das cuenta? Claro, que tú nunca has escogido nada porque no sabes lo que quieres. Te agobian las opciones, las preguntas, .. y ...te acobardan las respuestas.
Hablas sin saber. 

Esas tres últimas palabras fueron suficientes para callarla. Sin embargo, no quería que se fuera. Tras un silencio incómodo, añadió:

Mira, podríamos estar discutiendo lo que resta de noche, pero tú te quedarías sin beso y yo sin excusa para dártelo. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario