viernes, 8 de julio de 2016

Bandera blanca

Hoy vengo en son de paz, para recordarte que aunque no quieras mi mano, aquí la dejo tendida.

Vengo con el corazón a media asta, y con el saco de palabras roto-ya sé que todo lo que te diga acabará en el desván. O acabará en la buhardilla lleno de polvo y colillas sin siquiera echarle un vistazo. Así que aquí te dejo plasmado que vengo a decirte-o más bien a recordarte-que por mucho que te escondas siempre saldré a buscarte, aunque lluevan desilusiones y repliquen emociones que aún no sabemos describir.

Vengo a decirte, que aunque no quieras mi almohada, aquí la dejo plantada para que le cuentes tus cicatrices; que amanezcas tranquilo y llenes el vacío que no supe ocupar.


Hoy vengo a pedirte disculpas por irme sin avisar, por ese concierto sin canciones que te hice soportar y quedarme en silencio cuando tenía que hablar. Espero que en algún momento me puedas perdonar.

Hoy... Hoy vengo en son de paz, con la mano tendida y la soberbia perdida, con una tregua esperando poderse firmar.




Dicen que por mucho que el barco se hunda, no hay marinero que no sepa nadar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario